Paso.1 Aplicar primera mano, a base de lucido, con material de máximo agarre y gran dureza ante cualquier superficie, para asegurar su adherencia.
Paso.2 Aplicar segunda mano, a base de lucido, con material de terminación, de textura muy fina, para facilitar y obtener los resultados del siguiente paso. Este paso se repite tantas veces sea necesario hasta alcanzar la textura deseada
Paso.3 Lijado (pulido) de paredes, por método mecanizado y con lijas de microparticulas, para descartar cualquier sobrante del lucido.
Paso.4 Masillado, uno a uno, de posibles imperfecciones, ayudados por una potente iluminación, para facilitarnos la visión de los imperfectos menos detectables. Posterior lijado a mano de los mismos.
Paso.5 Dos pasadas de pintura final